El registro para el servicio militar ha sido un tema controvertido desde la guerra de Vietnam, cuando miles de jóvenes fueron reclutados, lo que provocó numerosas protestas a medida que la guerra se prolongaba. El propio expresidente Trump recibió cinco aplazamientos del servicio militar. No registrarse en el Sistema de Servicio Selectivo puede conllevar sanciones de por vida, como la inhabilitación para obtener préstamos estudiantiles u oportunidades de empleo en el gobierno federal.
Hoy en día, las fuerzas armadas modernas operan con éxito con una fuerza totalmente voluntaria, con alrededor de 1,2 millones de efectivos en servicio activo. Sin embargo, el tema del registro para el servicio militar sigue siendo controvertido.
Un grupo de activistas en contra del reclutamiento obligatorio declaró: «El Congreso debería poner fin al registro para todos, no intentar extenderlo a mujeres y hombres». Argumentan que habría más mujeres que hombres que se opondrían si el gobierno intentara obligarlas a registrarse.
La comisión recomendó que Estados Unidos mantenga la opción de registro como una «póliza de seguro de bajo costo contra una amenaza creíble a la seguridad nacional».
La cuestión de si se debe incluir a las mujeres en un posible registro para el servicio militar se ha vuelto más urgente en los últimos años, después de que el Pentágono anunciara en 2015 que abriría todos los puestos de combate a las mujeres. Desde entonces, más de 2.000 mujeres han servido en puestos de combate del Ejército, y hoy en día, más de 224.000 mujeres prestan servicio en las fuerzas armadas.
