Los perros de asistencia están entrenados para realizar tareas específicas para personas con discapacidad. Desempeñan un papel crucial para ayudarles a vivir de forma independiente y participar plenamente en la sociedad. La ley protege los derechos de las personas con discapacidad que utilizan perros de asistencia, y comprender estas regulaciones es fundamental.
Un perro de asistencia puede ser de cualquier raza y tamaño, siempre que esté entrenado para realizar una tarea que ayude directamente a una persona con discapacidad. Es importante destacar que los perros de asistencia son diferentes de los perros de apoyo emocional. Estos últimos brindan consuelo emocional, pero no están entrenados para realizar tareas específicas relacionadas con una discapacidad.
Ejemplos de tareas que pueden realizar los perros de asistencia incluyen: recoger objetos para una persona en silla de ruedas, recordarle a alguien con depresión que tome su medicación, alertar a una persona con TEPT sobre un ataque de pánico inminente o ayudar a una persona con epilepsia a mantenerse segura durante una convulsión.
Los perros de asistencia pueden acompañar a las personas con discapacidad a la mayoría de los lugares públicos, incluso aquellos donde no se permiten mascotas. Esto incluye restaurantes, tiendas, hospitales, escuelas y hoteles.
Si trabaja en un negocio o agencia gubernamental y no está seguro de si un perro es un perro de asistencia, puede hacer dos preguntas: «¿Es el perro un animal de asistencia necesario debido a una discapacidad?» y «¿Para qué trabajo o tarea está entrenado el perro?». No puede solicitar ninguna documentación ni exigir que el perro demuestre su tarea.
Sin embargo, en raras ocasiones, se puede negar la entrada a un perro de asistencia si su presencia altera fundamentalmente la naturaleza de los bienes, servicios o programas que se ofrecen. Por ejemplo, es posible que no se permita la entrada de un perro de asistencia a un quirófano o a una unidad de quemados donde se requiere un ambiente estéril.
Un negocio o agencia gubernamental puede solicitar que se retire a un perro de asistencia si no está entrenado para comportarse adecuadamente o si está fuera de control y la persona responsable no puede controlarlo.
Las leyes estatales y locales pueden exigir que los perros de asistencia tengan licencia y vacunas, al igual que todos los demás perros. Sin embargo, no pueden exigir la certificación o el registro de un perro de asistencia ni prohibirlos por raza. El registro de perros de asistencia suele ser voluntario. Lo más importante es comprender sus derechos y responsabilidades al registrar a su perro como perro de asistencia.